martes, 28 de agosto de 2012

Un plato que se sirve frío.



La noticia de que Samsung le pagó mil millones de dólares a Apple en monedas de 5 centavos, luego que un jurado declarara que robó tecnología, nos cayó muy en gracia, ya que en pocas palabras mandaron al infierno a la compañía de la manzanita de manera muy educada: Una cachetada con guante blanco. 

No todos son lo bastante hábiles para dar ese tipo de golpes bajos y salirse con la suya. En realidad, se necesita de mucha inteligencia, maña y astucia para lograr un impacto que en verdad le deje el cachete rojo a la victima, claro, en sentido figurado.

Por esa razón, aquí dejamos unos cuantos tips para dar una cachetada que se escuche de aquí hasta Australia.

1.- Se rápido. No puedes perder tiempo en planear tu venganza.  Si alguien te jugó sucio y te tardas tres años en planear tu venganza, tu oportunidad habrá volado. Probablemente la victima ni se acuerde qué fue lo que hizo para merecer la cascada de tu ira.

2.- Se elegante. El que se enoja, pierde. No puedes perder los estribos, gritar, patalear y hablarle a tu mamá para que te defienda. No. Tienes que ser frío y calculador, y pensar que si tu respuesta va cargada de enojo, lo más probable es que te tachen de ardido.

3.- Se ingenioso. ¿Te pusieron el cuerno? No engañes. ¿Hicieron trampa? No hagas trampa. Lo más fácil sería tomar el camino de “ojo por ojo, diente por diente”. Claro, pero no lo más satisfactorio. Las mejores venganzas son las que se vuelven épicas, historias que contarle a tus nietos mientras mueves tu bastón lleno de emoción y su abuelita se toma sus pastillas para las reumas. 

4.- Siempre cuenta con un testigo. Imagina: Logras vengarte de tu archienemigo. Después de varias jugarretas sucias, logras encontrar un plan que lo ponga en ridículo, lo humille y haga que pruebe una cucharada de su propia medicina, pero… ¡Nadie está ahí para verlo! Un testigo te sirve para dos cosas: corroborar tu historia, y en caso de ser necesario, ser tu coartada para negarlo todo después.

5.-Fotografías.- Nos han enseñado a tomar fotografías en nuestros eventos importantes. Ya sea cumpleaños, graduación, vacaciones, fiestas de amigos, etc. La  pregunta es: El día en el que por fin vences la maldad del planeta ¿no es un evento importante? Toma fotos, de verdad, ese momento también lo querrás recordar. Lo cual nos lleva a: Nada mejor para verte mejor, que Cuidado con el Perro.

Pero lo más importante después de haber realizado tu cachetada con guante blanco es: no dejes evidencias. Ah, no, eso no. Lo más importante es: Deja ir, vivir con un rencor por toda la vidad es un peso que nadie debe cargar. Sí, las venganzas son divertidas siempre y cuando se queden en eso, que no afecten a la persona más de la cuenta, porque si te pasas de lanza, el mayor afectado serás tú y tu conciencia.

Dicen que la venganza es un plato que sabe mejor si se sirve frio. ÉNTRALE, nada más no te indigestes. Cuidado con el Perro, al servicio de la comunidad.

lunes, 20 de agosto de 2012

10 malas ideas para el inicio a clases


  #PontePerro sobre advertencia no hay engaño

  1. Llegar tarde. El primer día de clases es elemental para el resto del año escolar. Recuerda que si llegas temprano puedes elegir la mesa más alejada/cercana al profesor, cambiar la silla rota por una más cómoda, o simplemente, apartar lugares para tus mejores amigos.
  2. Impresionar con tus vacaciones. Sí, entendemos que tuviste unas vacaciones estupendas (estilo Paris Hilton y Brad Pitt); pero no por eso todo el salón quiere ver tus fotos. Mucho menos se te ocurra entregar los clásicos regalitos como la botellita con arena, el huarache de mimbre o la típica: “Mi amigo fue a _______ y sólo me trajo esta playera”. 
  3. No checar tu horario de clases con anticipación. Es espantoso ser el nuevo de la escuela, pero es aún peor ser el nuevo con cara de perdido, en medio del patio tratando de ubicar el salón de clases.
  4. Etiquetarse como el ñoño. No seas el clásico que pregunta el valor de los exámenes, si puedes recibir puntos extras por algún trabajo adicional o si el llegar puntual a clases vale un punto extra en el examen. Todas las dudas se aclararán a tiempo, no comas ansias.
  5. Ir mal vestido, despeinado o somnoliento. Si te atreves a ir desarreglado a la escuela, te expones a ser por todo el resto del año: “El fachas”, “La greñas” o “La lagaña”. Todavía tienes tiempo para ir a Cuidado con el Perro y planear el mejor look.
  6. Tirar mala onda. Convertirse en el pesado del salón ya no es tan remunerable como antes. Tal vez en tiempos de antaño hubieras conseguido almuerzos gratuitos o unas cuantas monedas entregadas a base de golpes. Pero ahora, con todas las escuelas preocupadas por el bullyng, te conviene más ser un buen samaritano.
  7. No salir del salón. Si entraste a la preparatoria o la universidad, este consejo te será de mucha ayuda. Cuando sea hora de cambiar de clase, sal del salón, aunque sea para tomar aire, no seas el clásico que se queda preparando sus cosas para la siguiente hora o texteando con sus amigos de la otra escuela. Recuerda, la primera semana es la ideal para formar los mejores grupos.
  8. Revelar tus secretos. Es clásico que los maestros te hagan diversas preguntas el primer día de clases. Trata de ser un poco misterioso y no caer en la trampa de contestar: “Mi nombre es Fulano, soy hijo de Zutana, de signo Virgo. Me gusta el color verde, soy bueno para las manualidades y mi cita preferida es caminar por la playa mientras contamos estrellas”. Demasiada información, ¿entiendes?. FYI: “Cita favorita” se refiere a “Frase favorita”, no “Salida romántica favorita”. 
  9. Caerle mal al maestro. Sabemos que a veces hay maestros que estarían mejor en algún reformatorio o reclusorio social, pero aguanta, no comas ansias y trata de nos ser el primero en burlarse de él (bueno, el mejor consejo sería: “no te burles de él”; pero sabemos que es imposible). Lo único que te recomendamos es que dejes a otro incauto ser el primero en caer de la gracia de dicho profesor. Después eres libre de decir y hacer lo que gustes; el otro será el que pague los platos rotos.
  10. La primera impresión, nunca se olvida. Recuerda que el primer chiste, la primera palabra, el primer atuendo, la primera mirada que hagas, será recordar para siempre.¿Por Quién? La chica que te gusta, el chavo por el que babeas, tu próximo mejor amigo, la maestra pedante, el salón entero. Ve con mucho cuidado, mucho cuidado.


Para cerrar esta lista te recordamos una inquebrantable regla de la Ley de Murphy:

“Si algo puede salir mal, saldrá peor”